Actividad N°14 El Juego Online como Riesgo Real y Potencial: La Opinión del Papa Francisco.

En el video, el papa Francisco reflexiona sobre una problemática contemporánea de gran impacto: la influencia de las tecnologías digitales y del juego online en la sociedad actual. Su mensaje se centra en advertir sobre el crecimiento de la ludopatía, entendida como la adicción al juego, y en las consecuencias que esta puede generar tanto en el ámbito familiar como en el comunitario. Cuando el papa señala que “el juego online generará un casino en cada hogar”, utiliza una expresión simbólica que busca poner en evidencia cómo la facilidad de acceso a las plataformas de apuestas puede transformar un espacio íntimo como el hogar en un lugar de riesgo y dependencia.

Considero que las palabras del papa Francisco son muy acertadas y necesarias en el contexto actual. Hoy en día, muchas personas —sobre todo jóvenes— pasan gran parte de su tiempo conectadas a internet, donde el acceso a los juegos online es cada vez más fácil y atractivo. Sin darse cuenta, pueden desarrollar hábitos que los alejan de sus vínculos reales y afectan su bienestar emocional y económico.

Coincido con el papa en que la prevención debe comenzar desde la educación y la familia, promoviendo un uso responsable de la tecnología. No se trata de prohibir el juego, sino de enseñar a usarlo con moderación y conciencia. En ese sentido, me parece muy valioso el trabajo de los movimientos sociales y educativos que buscan concientizar sobre los riesgos del juego digital y fomentar espacios de recreación más saludables, como el deporte o las actividades comunitarias.

Desde una perspectiva educativa y social, las palabras de Francisco constituyen un llamado a promover el uso responsable de la tecnología y a recuperar el valor del juego y del deporte como espacios de encuentro, recreación y aprendizaje. Su mensaje enfatiza la necesidad de fortalecer la conciencia colectiva, el acompañamiento familiar y la educación preventiva para evitar que el juego online se transforme en un problema de salud y convivencia. En definitiva, propone repensar el lugar del ocio digital en la vida cotidiana, apostando por una cultura que priorice la empatía, la comunidad y el bienestar humano.